En este módulo usaremos una tabla dinámica para la aplicación (uso de base de datos) del Test de Dependencia a la Nicotina de Fagerström

Antecedentes

Karl Olov Fagerström es psicólogo, especialista en la lucha contra el tabaquismo, pero no un especialista cualquiera. Es una de las voces principales contra esta enfermedad, definida como tal por la Organización Mundial de la Salud, en todo el mundo. Es el creador del Test Fagerström, la herramienta más universalmente conocida en la actualidad entre la que disponen los neumólogos, para medir el grado de dependencia física que el fumador tiene por la nicotina. La valoración de este cuestionario de seis preguntas es utilizado también con fines pronósticos y de indicación terapéutica.

Un test que ideó hace unos 30 años a sabiendas de la repercusión que tendría –“lo planifiqué bien, sabía que sería importante”, señala—, con un único objetivo, definir a los dos tipos de fumadores que hay según él: “el drogodependiente y el que comienza a fumar y puede dejarlo en cualquier momento”. En esta idea se basó para su elaboración. 1

Su labor como psicólogo al frente de esta enfermedad cuenta que es puramente asistencial y de soporte médico, que también se puede obtener de los profesionales de la enfermería. “Se necesita hablar discutir y tener tiempo para escuchar”. Y es que, dejar de fumar cuesta, pero nunca es tarde. “Cuánto antes se deje el tabaco menor será el riesgo, y los beneficios que obtiene el fumador son rápidos”. Y sobre todo, no hay porqué hacerlo solo, existen diversas terapias sustitutivas de la nicotina. “La probabilidad de dejar el tabaco ronda el 5% si lo haces por propia voluntad y sin ningún tipo de ayuda, pero puede ser de hasta un 25 o 30% si acudes a una clínica de fumadores”. Las terapias que sustituyen la nicotina duplican la probabilidad de éxito. 1

Dependencia a la nicotina

La dependencia al tabaco es compleja, debido a la interacción de diversos factores farmacológicos, genéticos, conductuales y sociambientales. Aunque el tabaco contiene miles de sustancias, la nicotina es el principal alcaloide del tabaco (alrededor del 95% del contenido total de alcaloides y es la que más frecuentemente se asocia con la dependencia porque es el componente psicoactivo y causa efectos observables sobre el comportamiento, como cambios en el estado de ánimo, reducción del estrés y mejoras en el rendimiento). Los efectos conductuales asociados con la nicotina, producidos al fumar, incluyen estimulación mayor atención y concentración, aumento de la memoria, reducción de la ansiedad y supresión del apetito.

Una vez inhalada al fumar, la nicotina se absorbe rápidamente en el epitelio del tracto respiratorio, de la mucosa bucal e incluso la piel. La nicotina llega rapidamente al cerebro, donde se une a receptores colinérgicos nicotínicos, liberando diversos neurotransmisores como la dopamina, serotonina, noradrenalina y acetilcolina. La dopamina produce una experiencia placentera, siendo un elemento clave en los efectos reforzadores de la nicotina. Las neuronas dopaminérgicas en el área tegmentaria ventral del mesencéfalo y en el núcleo accumbers son cruciales en la recompensa inducida por la droga; ambas regiones tienen un papel en las percepciones de placer y recompensa. Otros neurotransmisores implicados son las hipocretinas, que son neuropéptidos producidos en el hipotálamo lateral que regulan los efectos estimulantes de la nicotina en los centros de recompesa en el cerebro.

Efectos del consumo de la nicotina sobre la conducta

La nicotina es un poderoso y potente agonista en varias subpoblaciones de receptores nicotínicos del Sistema Nervioso Colinérgico. Las dosis agudas pueden producir alteración del estado de ánimo, aunque los consumidores diarios son significativamente menos sensibles a estos efectos que los no usuarios, lo que hace suponer que se desarrolla tolerancia a algunos de los efectos. En pocas palabras, la nicotina produce efectos psicoactivos relacionados con la dosis en humanos similares a los de los estimulantes; además eleva las calificaciones de pruebas normativizadas de euforia y preferencia que utiliza la OMS para evaluar el potencial de dependencia.

Evaluación de la dependencia en el fumador

La evaluación de la dependencia a la nicotina es indispensable en los estudios epidemiológicos y en las investigaciones de los efectos de la nicotina, así como en los estudios sobre el tratamiento del tabaquismo y del consumo del tabaco en diferentes enfermedades relacionadas con él. En los últimos años, los instrumentos para la detección de la dependencia de la nicotina se han convertido en importantes instrumentos de investigación. Idealmente estos instrumentos deberían proporcionar mediciones exactas, reproducibles y relevantes. Su uso proporciona un mejor registro de la información, especialmente en los medios que tienen una alta rotación de los profesionales. Estos instrumentos también permiten comparar los resultados de la evaluación y minimizar el efecto de los factores subjetivos en el proceso de la recopilación de datos y su registro.

No todos los fumadores son dependientes de la nicotina, ya que algunos son simplemente consumidores regulares de nicotina que, cuando lo deseen, pueden abandonar su consumo fácilmente. Sin embargo, esto no es lo que ocurre a la mayor parte de los fumadores, pues poco después de intentar reducir o eliminar el consumo de tabaco, la sustancia responsable de la dependencia que ocasiona el tabaco; en ocasiones se habla de dependencia del tabaco porque la dependencia se instaura con relación a labores de tabaco concretas, a cuyas propiedades y características se asocia el consumo. Las distintas labores del tabaco no serían sino diversas formas para autoadministrarse nicotina. El grado de dependencia que produce la nicotina es variable, dependiendo por una parte del producto que se consuma y por otra de la relación que se establezca entre la persona y el tabaco. Se acepta que el tabaco (la nicotina) produce una dependencia física al fumador, pero también le genera una dependencia socia, gestual y psicológica.

1 Karl Olov Fagerström: “El tabaquismo es la epidemia que causa más muertes en todo el mundo”