La evaluación es una actividad que se desarrolla cotidianamente en los diferentes ámbitos tanto de la vida cotidiana como de la actividad profesional y laboral de las personas. Hoy en día ha cobrado gran importancia y juega un papel decisivo para validar procesos, promover a los individuos e instituciones y acceder a recursos de diferente índole.
En el campo educativo, la evaluación formal se presenta como una herramienta importante para establecer y/o consolidar los diversos programas académicos de las instituciones educativas de un país.
La evaluación, dentro del campo de la formación docente, adquiere mayor significado en razón de que representa la forma convencional a través de la cual el profesor verifica y valida el nivel de aprendizaje que han alcanzado sus alumnos en términos de: la efectividad de la planeación didáctica propuesta y la calidad del proceso de enseñanza que se llevó a cabo en función de los objetivos de aprendizaje propuestos formalmente.
Lo anterior implica que la evaluación en el contexto escolar, ha dejado de ser una actividad terminal y de carácter relativamente informal, para constituirse como parte central del proceso de enseñanza y aprendizaje, integrada formalmente a la planeación didáctica.
Sin embargo, la evaluación formal del aprendizaje en las instituciones de educación superior de nuestro país, enfrenta el reto de captar el interés del profesorado, tendiente a desarrollar alternativas que permitan superar las tradicionales prácticas de evaluación, que si bien pueden seguir vigentes, es necesario sistematizarlas, darles rigor y enriquecerlas en el marco de una propuesta de planeación didáctica que pueda tener un carácter personal, colegiado o institucional en función del modelo educativo de la entidad académica o del sistema de enseñanza en particular.
Desde esta perspectiva, se han generado diversas alternativas para organizar un plan de evaluación, el cual se integra a través de técnicas e instrumentos, cuya selección y puesta en práctica, están ligadas estrictamente a las características del curso y quien lo coordina, a los objetivos y temas de aprendizaje planteados así como a las diversas actividades y recursos propuestos para el desarrollo del curso. Al respecto, es necesario incidir sobre la importancia de basar la práctica académica en el plan de estudios de la carrera en la que se inserta la actividad docente, los programas sintéticos o analíticos de la o las asignaturas que se imparten y los requerimientos propios del grupo escolar; enfatizando dentro de lo posible tanto en los estilos de aprendizaje de los alumnos como de enseñanza del profesor.
Actualmente, el empleo de recursos digitales en los diferentes ámbitos de la educación ha mostrado un amplio crecimiento y ha permitido mejorar significativamente los procesos de enseñanza y aprendizaje. La evaluación en sus diferentes etapas y como actividad cotidiana del ámbito escolar, se ha enriquecido con la integración de estos recursos.
En este taller, reconocemos la trascendencia de lo señalado en los párrafos previos y hacemos una propuesta didáctica viable a través de la cual sea posible desarrollar un plan de evaluación formal con la integración de recursos digitales.