En esta unidad identificarás las principales características de la Planeación Estratégica Situacional y la Planeación Estratégica Empresarial, las cuales podrás llevar a la aplicación en el diseño de tu modelo de servicio estomatológico.
Planeación Estratégica Situacional
Según Carlos Matus, la Planeación Estratégica Situacional (PES) es un proceso permanente de discusión y análisis de los problemas sociales que llevan a proponer metas. Así mismo, ubica la PES sobre la noción de la situación comúnmente definida como el lugar social donde está situado el actor y la acción.
La acción y la situación conforman una totalidad compleja con el actor, donde la situación es distinta para cada actor. La planeación de situaciones es el diseño de cambios situacionales en un contexto de fuerzas sociales oponentes, el punto de partida es la situación inicial y la meta es la situación objetivo a la que se puede llegar a través de varias trayectorias.
El proceso estratégico es continuo, no puede decirse que tiene un comienzo y un final claramente diferenciados ni perfectamente definidos; pero pasa por distintas instancias. Por esta razón la PES utiliza el concepto “momento” para referirse a las distintas instancias u ocasiones por las que pasa el proceso de planeación.
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Planeación Estratégica Empresarial
La Planeación Estratégica Empresarial (PEE) pretende en primer lugar , establecer un sistema de objetivos coherentes fijando sus prioridades y en segunda estancia, determinar los medios apropiados para la consecución de dichos objetivos.
Para formular estrategias bajo esta metodología es necesario:
- Definir a razón de existir de la organización así como las relaciones entre lo interno y lo externo de la organización.
- Establecer objetivos a largo plazo
- Identificar líneas generales de acción implantando aquellas que se consideren motrices para la organización con el fin de optimizar los recursos.
Las instituciones de salud no resultan ajenas a la planeación estratégica. La implementación de un adecuado sistema de planeación, se traduce en eficiencia en la prestación de servicios y reduce significativamente los errores y contratiempos.